Sabana
Santa - HOMBRE VIVO- signos de muerte y signos de vida
Visitante, esta sábana santa es una réplica de la
reliquia del Santo Sudario. Es un lienzo de 4,36 metros de largo por 1,10 de
ancho, y representa a un hombre que fue crucificado con clavos en las manos y
en los pies. El sudario fue fotografiado por primera vez en 1898 y la imagen
coincidió con un «perfecto negativo” de Jesús crucificado envuelto en la sábana
y que es considerado un “milagro”.
Por decenios se han levantado debates científicos, pastorales,
teológicos alrededor del Santo Sudario. La iglesia ha mantenido prudencia
y rigor científico sin manifestarse en términos de aprobación, sino respetando
la devoción popular y su simbolismo trascendental.
Su
origen sigue suscitando estudios en la comunidad científica. La investigación
médica reciente del Dr. Bernardo Hontanilla, especialista en cirugía
plástica experto en rostro, de la Universidad
de Navarra (España), expone en sus conclusiones que la imagen de la Sábana
Santa «corresponde a un hombre vivo». Y para afirmar esto, aporta los
siguientes datos.
Observe
la imagen, los surcos nasogenianos, son esas hendiduras a la derecha y a la
izquierda de la nariz y bajan hasta la boca. En un cadáver, no se aprecian
porque con la muerte los músculos se relajan y desaparece el pliegue. Solo
aparecen en el caso de una persona viva o cuando se ha producido
una parálisis facial. Cosa que se descarta porque no hay espasmo facial. Este médico afirma que «al morir, el cuerpo
experimenta un acto de relajación y esto provoca la apertura de la
boca. En la imagen de la sábana santa hay labios cerrados». Ambas expresiones
son incompatibles con un cadáver.
Sugiere
el Dr. Hontanilla que hay tres signos cuando un cuerpo se está incorporando. Para esto, estudio
a varones de 1,70 aprox. metros de altura y complexión atlética. Les hizo
tumbar en posición horizontal boca arriba y que hicieran el gesto de
incorporarse. Se basó en el modelo 3d y de esto resulto lo mismo que aprecia en
la sábana santa: «hay una flexión del cuello hacia delante, hay
una semiflexión asimétrica de las piernas (que dobla un poco la
rodilla y no de igual forma una pierna que otra) y hay una planta del pie
apoyada en el suelo. Al mismo tiempo, las manos llegan a los genitales. El modelo
en (3d) muestra la Síndone que es el conjunto de movimientos que hace una
persona al incorporarse».
Encontramos la
sorpresa. Siempre se pensó que la Sábana Santa
ilustraba la imagen de un hombre muerto. El afirma que el Santo Sudario «aporta
signos de muerte y signos de vida». Entre los signos de vida están los que
manifiestan a un varón en actitud de levantarse. En cuanto a los signos de muerte se
encuentran en la Síndone, por ejemplo, los restos de sangre: «hay sangre
pre-mortem en la cara y la espalda; y restos de sangre post-mortem en el
costado, donde hay un halo de suero alrededor del coágulo».
¿Es Jesucristo «el hombre de la Síndone»?
Para el Dr. Hontanilla, los datos no son suficientes para
determinar si es Jesucristo porque para eso se necesita el ADN y cotejarlo con
él. Lo que sí aporta este trabajo
científico es que no se observa nada incompatible con el relato evangélico
tanto en la muerte como en la resurrección de Jesús».
Hay datos sobre los
tiempos en que se produjo la rigidez cadavérica?
Sobre el calculo de la hora en que se «imprimió» la imagen si se
tratara de la figura de Jesucristo en la Sábana Santa, debió de
producirse entre las 18 y las 30 horas de la muerte, algo que
también encaja con la narración del evangelio. Igualmente aclara que es de
carácter hipotético.
Hay una vivencia mística que ocurrió la noche del 11 al 12 de abril de 1997. El incendio en la
catedral de Turín amenazaba con arrasar la Sabana Santa. El bombero Mario Trematore, hoy retirado, salva el lienzo sagrado. Después de este suceso, algo
dentro suyo cambio. No era practicante de la iglesia pero si creyente. El rescate de la Sábana Santa
lo dejó tan conmocionado que
comenzó un viaje interior. “siguió un camino, y fundo un grupo
llamado Mandylion, que en griego antiguo significa : lienzo,
Sábana Santa.
Oración final del Papa Francisco – año 2022:
Este rostro desfigurado por las heridas transmite una gran paz. Su
mirada no va en busca de nuestros ojos, sino de nuestro corazón. Es como si nos
dijese: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la
fuerza del resucitado, todo lo vence .
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