Estamos en la calle Cap. Drury, en la vereda de enfrente está el teatro San José-, que fue la primera capilla del pueblo. Allí se oficiaban las misas, partían las peregrinaciones, había comuniones, bautismos, casamientos, responsos… toda la vida de sus pobladores pasaba por allí.
Ahora bien, estamos parados frente a la ermita con la advocación
de la virgen de Lourdes.
Esta parte de la historia, comenzó a tomar vida de la
mano de un grupo de mujeres que en el año 2008,
empezaron a hacer la novena a la virgen de Lourdes. En aquel entonces el
aspecto de la ermita era muy modesto, hecho solo con cantonera de madera. Para
el momento de finalizar la novena, el día 11 de febrero de cada año, se reunían
aquí elevando sus oraciones a la madre. A
estas mujeres nada las detenía porque si era un día lluvioso, terminaban la
novena dentro del templo.
Se cuenta también que la primer imagen de la advocación a
la virgen de Lourdes estaba dentro del
hogar de las hermanas y fue mucho tiempo después que se colocó en este lugar. Con
esa misma figura de la santísima señora visitaban las casas de los enfermos
para aliviar sus angustias y llevar consuelo a sus dolencias. Como la imagen
fue bandalizada, se la trasladó a la ciudad de la plata donde la Prof. Mónica Rojas
vivía y se encargó de restaurarla. Ella la dejó similar a su estado original. Ya
de vuelta en SMA y por miedo a que nuevamente fuese dañada, estas señoras la
reemplazaron por otra imagen, preservando así, la original. Hay que mencionar
que tanto la representación de la Virgen de Lourdes como la ermita lamentablemente
fueron destruidas varias veces a lo largo del tiempo.
En el año 2020 durante la pandemia del covid 19 un grupo de jóvenes profesionales, con la inquietud de lograr reconstruir el espacio, y dejar un lugar digno y seguro para la madre del cielo, piden colaboración económica a los fieles. Fue este proyecto un canal para que mucha gente participe indirectamente, incluso personas que no viven en la ciudad. Fue una obra lenta pero con el tiempo suficiente para conversar íntimamente con la madre.
Los materiales que se usaron fueron piedra San Luis
oxidada, tipo murete y anclajes de hierro. El techo está montado sobre
termopaneles y chapa blanca lisa. Los vidrios son laminados con marcos de
aluminio. El pedestal es de raulí con una placa de PVC calado. La iluminación
es dicroica cálida.
El espíritu con el que estos jóvenes sellaron esta obra, es
mantener vivo un lugar de paso, para que esos anónimos caminantes al
cruzarse con la mirada de la virgen María les recuerde que necesitamos volver a
Dios, constantemente, al corazón inmaculado de su hijo Jesús.
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